23 de mar de 20193 min.
El agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible. Los recursos hídricos, y la gama de servicios que prestan, juegan un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental.
Pero la realidad es que millones de personas tienen problemas para acceder al líquido vital. 4,000 millones de personas —casi dos tercios de la población mundial— padecen escasez grave de agua durante al menos un mes al año y se espera que 700 millones de personas en el mundo puedan verse forzadas a desplazarse debido a la escasez de agua de aquí a 2030.
La humanidad necesita agua y parece que es un recurso infinito, cuando en verdad tenemos un grave problema de escasez. Ciudades desarrollados como México, Londres y Ciudad del Cabo son sólo algunas que han experimentado los embates de la escasez del agua y en los próximos años, cada vez serán más ciudades que vivan esta realidad.
El agua propicia el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo, y tiene un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, a la salud humana y al medio ambiente.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), mediante ONU Agua busca una igualdad para todos. El tema de este año es "No dejar a nadie atrás". Se trata de una adaptación de la promesa central de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: todo el mundo debe beneficiarse del progreso del desarrollo sostenible.
Una de las metas del Objetivo 6 de Desarrollo Sostenible (ODS 6) consiste en garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos de aquí a 2030.
Hoy en día millones de personas viven todavía sin agua potable –en el hogar, la escuela, el lugar de trabajo, la granja, la fábrica– y luchan por sobrevivir y prosperar.
A menudo, se olvidan los grupos marginados: mujeres, niños, refugiados, pueblos indígenas, personas con discapacidad y muchos otros. O bien, se los discrimina cuando intentan conseguir y gestionar el agua potable que necesitan.
Una de cada cuatro escuelas primarias en todo el mundo carece de abastecimiento de agua potable, y los alumnos consumen agua de fuentes no protegidas o pasan sed.
Agua potable es el servicio de abastecimiento de agua potable gestionado de manera segura, es decir, agua a la que se puede acceder en las viviendas, cuando se necesita y que no está contaminada. Unos 2.1 millones de personas viven sin agua potable en sus hogares.
En 2010, las Naciones Unidas reconocieron que el derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos.
Entre los “motivos de discriminación” para que algunas personas resultan especialmente desfavorecidas en lo que respecta al acceso al agua son: 1) sexo y el género; 2) raza, etnia, religión, condición de nacimiento, casta, idioma y nacionalidad; 3) discapacidad, edad y estado de salud; 4) tenencia de bienes, lugar de residencia, situación económica y social.
Otros factores son la degradación del medio ambiente, el cambio climático, el crecimiento demográfico, los conflictos, los flujos de migración y los desplazamientos forzosos.
Para no dejar a nadie atrás, debemos concentrar nuestros esfuerzos en incluir a las personas que han sido marginadas o ignoradas. Los servicios de abastecimiento de agua deben satisfacer las necesidades de los grupos marginados y sus voces deben ser tenidas en cuenta en los procesos de adopción de decisiones.
Más de 700 niños menores de cinco años mueren todos los días de diarrea, a causa del agua insalubre o un saneamiento deficiente.
La desigualdad es brutal a nivel mundial, las ciudades más desarrolladas suelen tener servicios de agua, saneamiento e higiene calidad a un costo muy bajo, mientras que las comunidades más pobres pagan un precio mucho más alto por un servicio similar o de inferior calidad, en caso de que exista dicho servicio.
68.5 millones de personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares tienen problemas para acceder al abastecimiento de agua potable.
Aproximadamente 159 millones de personas recogen el agua potable de fuentes de agua superficial, como los estanques y arroyos.
Los datos son alarmantes y mientras sigamos creyendo que es un recurso inagotable, no sólo las personas de escasos recursos tendrán dificultades para acceder al agua, sino que todos sufriremos las consecuencias de la suma de malas prácticas en el mundo.
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Vía: ONU Agua
Imagen: ONU Agua