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La ONU quiere ayudar a la comunidad internacional a eliminar los focos incandescentes


Desde 1881, los focos incandescentes han estado en el mundo y fueron toda una revolución en su momento, pero actualmente se considera poco eficiente ya que el 85% de la electricidad que consume la transforma en calor y solo el 15 % restante en luz.

Al día de hoy, este tipo de bombillas pueden considerarse obsoletas en países desarrollados, pero en muchos otros países que no cuentan con estándares de eficiencia en iluminación continúan siendo la regla.

Uno de los principales problemas para hacer el cambio a focos más novedosos y ahorradores de energía es el costo, por lo que muchos consumidores todavía se muestran reacios al cambio.

En Estados Unidos, el cambio fue relativamente rápido, ya que se estableció una regulación para reemplazar las bombillas incandescentes las cuales se volvieron más escasas en los estantes de las tiendas, por lo que los estadounidenses se adaptaron a la nueva medida, pero no en todos los países ha sucedido esto.

Otros países siguen dependiendo de las incandescentes desperdiciadas y anticuadas. Esto es particularmente cierto en países en desarrollo donde la iluminación de bajo consumo de energía tiene el mayor potencial para mejorar las vidas de millones de personas literalmente abandonadas en la oscuridad.

La iluminación representa el 15 por ciento del uso de electricidad en todo el mundo y hay miles de millones de bombillas incandescentes y halógenas ineficientes instaladas y que aún se venden en todo el mundo.

Pero una iniciativa recientemente lanzada por las Naciones Unidas sienta las bases para eliminar las bombillas de baja calidad y baja eficiencia en áreas donde los estándares de eficiencia para la iluminación son anticuados o inexistentes.

Bajo el esquema ‘United for United Efficiency’ (U4E) -que también aborda refrigeradores, aire acondicionado, motores eléctricos y transformadores con alto consumo de energía- las pautas mínimas de rendimiento energético para focos tienen el potencial de ahorrar a las economías en desarrollo y emergentes cerca de $18 mil millones en costos de electricidad y, al mismo tiempo, detener más de 160 millones de toneladas métricas de emisiones mundiales de carbono para 2030.

Cuando los países restantes de Asia, África y América Latina adapten las directrices y, finalmente, la transición de las bombillas incandescentes a sus contrapartes LED de larga duración, la cantidad total de energía ahorrada sería equivalente al consumo anual de electricidad de México. Y si se le preguntaban, México ya introdujo su propia prohibición incandescente exitosa hace varios años.

El anuncio de la ONU se dio en el Foro Global de Eficiencia Energética Internacional celebrado en Copenhague. Las pautas de regulación modelo fueron desarrolladas por el departamento de Medio Ambiente de la ONU, en colaboración con el Consejo de Defensa de Recursos Naturales (NRDC) y Signify, el líder de la industria con sede en los Países Bajos que hasta hace poco era conocido como Philips Lighting.

“...Ahora es el momento de ayudar a los países a eliminar finalmente las bombillas incandescentes de una vez por todas. El mercado global de bombillas incandescentes se ha reducido en un 80 por ciento de 12 a 2 mil millones de unidades en los últimos diez años. La implementación de estas directrices es crucial para las economías en desarrollo y emergentes…”, señaló Harry Verhaar, director de Asuntos Públicos y Públicos Globales de Signify, en un comunicado de prensa de la ONU.

Se espera que al establecer un conjunto único de estándares de eficiencia y rendimiento para las bombillas en todos los ámbitos, las naciones dispares encuentren más fácil adaptarse que en un escenario donde las normas varían de un país a otro.

Los países que decidan implementar las regulaciones modelo, idealmente requerirán que todas las bombillas disponibles comercialmente sean tan eficientes como los LED, que usan 90 por ciento menos energía que las incandescentes y tienen una vida útil de 10 a 25 años dependiendo del uso diario.

“...El cambio a la iluminación LED representa una de las formas más rápidas y económicas de lograr enormes ahorros de contaminación por carbono...", dijo el científico senior Noah Horowitz de NRDC.

Ahora que las pautas modelo ya están listas, se distribuirán a los países interesados, sólo falta ver cuáles serán los primeros que adopten estas nuevas medidas. ____________________

Vía: Organización de las Naciones Unidas

imagen: Shutterstock

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