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Suecia: hacia el 0% de desperdicios


A menudo no llegamos a pensar en todo el proceso que sigue un producto que adquirimos en el supermercado, ya sea desperdicio orgánico o inorgánico suponemos que el camión de la basura realizará el trabajo de dejarlo en un lugar donde será procesada de forma adecuada.

El problema es que a nivel mundial un aplastante 59% de los desperdicios termina en vertederos/tiraderos; esto significa que la mayor parte de la basura mundial eventualmente terminará despidiendo toxinas contaminantes a la tierra y emitirá poderosos gases de efecto invernadero… aunque no esto no sucede igual en todos los países y el número puede variar dependiendo de la nación, como es el caso de Suecia.

Este país escandinavo está poniendo el ejemplo para el resto de las naciones ya que menos del 1% de los desperdicios residenciales terminan en vertederos. De las 4.4 millones de toneladas de desperdicios que se producen anualmente, 2.2 millones son convertidos en energía mediante un proceso llamado ‘waste to energy’ (WTE).

Este 50% de desperdicios es quemado para producir energía en plantas de incineración en donde el vapor se utiliza para hacer girar turbinas y producir electricidad. El desperdicio es relativamente barato y con el tiempo.Suecia ha desarrollado la capacidad y habilidad para hacer de este proceso algo rentable. Incluso Suecia importa 700 mil toneladas de desperdicio a otros países.

El resto de ese 50% son las cenizas restantes, de las cuales se separa el metal para ser reciclado y el resto como la porcelana y baldosas, que no se queman, se tamizan para extraer grava que se utiliza en la construcción de carreteras. Sólo un 1% que permanece se deposita en vertederos.

El humo de las plantas de incineración consiste en 99.9 por ciento de dióxido de carbono no tóxico y agua, pero igualmente es filtrado a través de filtros secos y agua. Los filtros secos se depositan y el lodo del filtro de agua se utiliza para rellenar minas abandonadas.

Este proceso solo puede ser llevado a cabo gracias a la participación ciudadana en donde casas y dueños de negocios filtran y separan su basura en residuos peligrosos y materiales reciclables, que posteriormente son enviados a los diferentes sistemas de gestión de residuos, como el incinerador antes mencionado.

Según Anna-Carin Gripwell, quien es Directora de Comunicaciones de la Administración de Residuos de Suecia, “…cuando los desperdicios sólo están parados en un vertedero comienzan a existir fugas de gas metano y otros gases de efecto invernadero, que obviamente nos es bueno para el medio ambiente…”.

Sería increíble que este ejemplo se pudiera replicar en nuestro país, donde, de acuerdo con el INEGI, diariamente se recolectan más de 83 mil toneladas de basura, esto quiere decir que anualmente generamos más de 31 millones de toneladas de basura.

Este logro sueco no fue sencillo, se ha trabajado durante décadas. En 1975 sólo el 38% de los desperdicios era reciclado, se tuvieron que elaborar planes de acción a corto, mediano y largo plazo para ver los resultados que hoy están viviendo. De hecho la meta es que para el año 2020 exista un 0% de desperdicios.

Lo que comenzó como una idea ahora es una cultura en las personas, es así como se logra un cambio, donde las próximas generaciones estarán acostumbradas a reciclar y separar.

Hoy en día, las estaciones de reciclaje por regla general no pueden estar a más de 300 metros de cualquier zona residencial. La mayoría de los suecos se separan todos los residuos reciclables en sus casas y lo depositan en contenedores especiales

Si bien el sistema WTE no es perfecto ya que su costo puede ser elevado e igualmente sigue lanzando contaminantes. Por otro lado es un sistema que evoluciona constantemente y con el avance tecnológico se puede reducir el impacto ambiental. Adicional es un sistema que da energía de un desperdicio. No es la solución ideal pero es mejor que muchas otras alternativas.

Vía: The Swedish recycling revolution - www.Sweden.se y Global Citizen

Imagen: www.sweden.se

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