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Es oficial, los acuerdos de París se convierten en ¡ley internacional!


El pasado 4 noviembre será una fecha que será recordada por futuras generaciones. Ésta fue la fecha en la que los países lograron ponerse de acuerdo y dar un golpe real al cambio climático, cerrando las puertas al desastre ambiental al que todavía está encaminada la Tierra.

Los Acuerdos de París realizados en el 2015 son considerados como la ante sala de lo que se vivió en días pasados, ya que dichos acuerdos fueron un esfuerzo de buena fé en donde los gobiernos mundiales se comprometieron con el planeta y el medio ambiente, pero ahora estos esfuerzos se convierten en algo tangible, algo con fuerza que ya no se podrá detener.

El que los acuerdos hayan sido aprobados y convertidos en ley mundial es una señal clara de que las naciones del mundo están enfocadas en tomar acciones locales para crear un impacto global en el cambio climático.

En la COP21 que se realizó en diciembre pasado en 2015, 190 países firmaron los acuerdos para reducir las emisiones de CO2, así como mantener el incremento de la temperatura global por debajo de los 2°. Hasta ahora 96 países, quienes son responsables por la emisión de 2/3 de gases de efecto invernadero a nivel mundial han ratificado este acuerdo y se espera que en la COP22 más países lo certifiquen.

“...Con los esfuerzos que estamos presenciando y la buena disposición de los gobiernos mundiales, la humanidad está haciendo historia en el combate contra el cambio climático…”, declaró Ban Ki-moon, quien es Secretario General de las Naciones Unidas. “...Todavía estamos en una carrera contra el tiempo, necesitamos realizar una transición hacia un futuro con emisiones de carbono bajas para crear un clima resistente.

Es el momento de fortalecer la resolución global, hacer lo que nos pida la ciencia y tomar la oportunidad de construir un mundo más sustentable y seguro para las próximas generaciones…”. expresó Ban en una rueda de prensa.

Para el 2030 será necesario que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan dramáticamente, y comenzar a construir sociedades que puedan resistir los impactos del clima. Recientemente publicamos sobre el reporte emitido por la Organización Mundial Meteorológica en donde se confirmaba que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera había superado el umbral de las 400 partes por millón en 2015 y 2016.

Esto quiere decir que el mundo no está llegando a la meta establecida en los acuerdos de París de mantener el incremento de la temperatura por debajo de los 2°.

En un gran número de ambientalistas, incluidos nosotros, pensamos que, si bien los acuerdos establecidos son el primer paso, todavía se necesita el esfuerzo del colectivo mundial para desarrollar la transición de combustibles fósiles los cuales son la principal causa del calentamiento global, seguido de la ganadería.

Diversas asociaciones, entre ellas Greenpeace, han solicitado en repetidas ocasiones que los combustibles fósiles se queden bajo tierra y que los gobiernos empujen reformas para que las empresas energéticas desistan en desarrollar proyectos que involucren energía fósil.

Aunque los acuerdos de París son un vínculo jurídico, las reducciones de CO2 que cada país se ha comprometido a disminuir no están atadas a una penalización; más bien el acuerdo busca crear un sistema transparente en donde el público pueda monitorear qué tan eficiente o no está siendo cada país para llegar a las metas establecidas. Igualmente ayudará a motivar a cada nación a realizar un cambio más rápido hacia energías limpias y renovables.

Los acuerdos también requieren planes gubernamentales que desarrollen acciones medioambientales los cuales se revisarán de forma periódica y se reemplazarán con nuevos que tengan metas más ambiciosas, idealmente será un proceso de mejora continua donde todo puede renovarse. Muchos de estos planes serán revisados esta semana en la COP22 en Marrakech, Marruecos.

Esperamos que en la COP de Marruecos se complete un reglamento donde se midan y revisen las acciones tomadas en pro del medio ambiente. Esto asegurará la transparencia de todos los involucrados y se podrán tomar decisiones más acertadas para acelerar las acciones climáticas. Esperamos ver un camino definido para que los países en vías de desarrollo puedan materializar sus ideas y proyectos para un mejor futuro. Esperamos que no sólo la buena fe y las palabras fluyan, también las acciones.

 

Vía: NYTimes, Ecowatch

Imagen: UN

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