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Bacterias para el tratamiento de las aguas residuales sustentable


Prácticamente podemos generar energía de cualquier actividad humana, desde los pisos que absorben las pisadas hasta el agua del baño y la cocina. Las posibilidades son casi infinitas sólo es cuestión de la creatividad de las personas para lograr que funcione.

Durante años se han realizado esfuerzos globales para extraer energía de las aguas residuales para crear calor, biogas o electricidad y estamos cerca de duplicar la eficiencia de este proceso gracias al trabajo de un grupo de bioquímicos y microbiólogo de la Universidad de Gante en Bélgica quienes están realizando un proyecto en conjunto con el Departamento de Agua en Washington.

Pensamos que las aguas residuales de nuestros baños y cocinas terminan en desperdicio pero son un fuente de energía potencial porque tienen sustancias orgánicas suspendidas, el equipo de investigación quiere hacer que el drenaje sea auténticamente austostentable y está trabajando en encontrar una forma de separar la materia orgánica de las aguas residuales; esto ayudaría que las aguas pueden reciclar y la materia orgánica separada sea utilizada para generar bionergía.

Actualmente, en la mayoría de las plantas de tratamiento de aguas residuales se tiene un proceso relativamente simple en donde se optimiza la forma en la que microorganismos como bacterias, hongos y protozoarios se alimentan de los residuos orgánicos.

Al comer la materia orgánica estos microorganismos forman partículas que se agrupan y se asientan en el fondo, permitiendo que un líquido relativamente claro se separe de los sólidos y se purifique. Este proceso incluye una etapa de “estabilización de contacto” que implica el uso de dos tanques de aireación para asegurar que los microorganismos estén activos antes de introducirlos al siguiente tratamiento

Por el momento, el proceso general de tratamiento de aguas residuales recupera alrededor del 20% al 30% de la materia orgánica dentro de la mezcla de aguas residuales. Lo que se busca con este nuevo método es mejorar la forma que las bacterias capturan el material orgánico; “(...) nuestro enfoque es único porque desarrollamos una variación de alta velocidad del denominado proceso de ‘estabilización de contacto’ (...)”, de acuerdo con el Dr. Francis Meerburg, investigador del proyecto belga.

Los descubrimientos del equipo están centrados en el ‘apetito’ de las bacterias ya que mejoran su rendimiento cuando las bacterias están más hambrientas. “...Buscamos que las bacterias estén los más hambrientas posibles bajo un régimen de ‘ayuno’, posteriormente se ponen en contacto con las aguas residuales y las bacterias engullen la materia orgánica, esto ayuda a cosechar materiales no digeridos para la producción de energía y productos de alta calidad. Al término de este proceso se vuelve a a dejar en ayuno a las bacterias para pasar a la purificación del agua...”, explica el profesor Nico Boon.

Este novedoso método puede recuperar más del 55% de la materia orgánica de las aguas residuales más del doble que las tasas actuales. Con esta mejora se podría proporcionar suficiente energía para tratar en su totalidad las aguas residuales sin la necesidad de fuentes externas de electricidad.

Esto quiere decir que en caso de replicar el proceso a gran escala, no sólo se estaría contribuyendo a limpiar y reciclar el agua residual de forma eficiente, también sería un ahorro para los gobiernos locales en las cuentas energéticas y un tratamiento autosustentable en las plantas.

En diferentes ocasiones hemos mencionado que el esfuerzo individual puede marcar la diferencia en la lucha contra el cambio climático, al igual que nosotros el Profesor Siegfried Vlaaminck tiene una perspectiva similar: “(...)Sabemos que no resolveremos el problema del cambio climático con este nuevo proceso, pero cualquier ayuda cuenta(...)”.

En la región de Flandes, donde habitan poco más de 6 millones de personas, la energía que se usa para la planta de tratamiento de agua corresponde al consumo de electricidad residencial de más de 690 mil personas ( 9.8% de la población); esto nos da una idea del impacto potencial de ahorro de energía si las plantas fueran autosustentables.

El piloto a gran escala en la ciudad de Washington ayudará a evaluar hasta qué punto del proceso se puede ayudar a las plantas residuales a ser más eficientes.

Vía: Newatlas

Imagen: Water Technology

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