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Volvo, cambiando la cara del ‘microbus’


El domingo pasado fuimos invitados por parte del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y Volvo Buses a un paseo a bordo del e-bus, el primer autobús eléctrico-híbrido que está promoviéndose en la ciudad de México con motivo de la Cumbre de Alcaldes que se llevó a cabo en días pasados en nuestra ciudad.

Todos sabemos que el incremento de la temperatura global que se ha dado en los últimos años se debe principalmente a la actividad humana, en México el transporte urbano es el principal emisor de gases de efecto invernadero. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero fueron por el transporte y este porcentaje se duplica en la Ciudad de México alcanzado un 49%.

El transporte también tiene otras implicaciones como la calidad del aire y de vida ya que los citadinos están respirando estos contaminantes y en promedio los traslados que se realizan a trabajos y pueden superar las 4 horas diarias; igualmente el tránsito, la falta de movilidad y la seguridad son factores que afectan la calidad de vida.

WWF promueve estrategias robustas de movilidad urbana sustentable en donde no sólo se busca sustituir el uso del vehículo, sino que se integre un sistema de transporte que sea limpio, ordenado, asequible, accesible y equitativo para todos los ciudadanos. Para lograr esta hazaña se necesita la integración del sector público y privado, así como de la sociedad civil e incluir los transportes de carga urbana, ya que todos los bienes que consumimos en la ciudad se tienen que mover desde centros de distribución. Esta hazaña es en verdad un reto, ya que, quien haya viajado en un ‘microbus’ de la ciudad podrá darse cuenta de la pésima calidad de éstos, sin mencionar el nulo mantenimiento que tienen.

Cynthia Menéndez, quien es la Coordinadora de Ciudades Sustentables en WWF México, explicó los esfuerzos que se están realizando actualmente giran en torno a tres ejes: 1) evitar, 2) cambiar y 3) mejorar.

1) Evitar viajes: vincular las políticas de transporte con las de desarrollo urbano para que las ciudades crezcan de forma controlada y que las personas ocupen menos tiempo para sus traslados. Buscar que las ciudades sean más compactar y que el sector empresarial promueva estrategias de trabajo en caso y reuniones vía remota

2) Cambiar a modos de transporte más sustentable: promover el uso de transporte público y no motorizado (bicicletas, patines, etc) vs el automóvil particular, ya que en México el volumen de ocupación por auto es de 1.1, eso quiere decir que más del 90% de los autos que circulan en la ciudad sólo traslada a un pasajero (el conductor) y la velocidad que alcanza un automóvil en horas pico es de 6km por hora; vas más rápido en bici o caminando. Igualmente se necesitaría el apoyo del gobierno para crear una oferta de transporte público seguro, limpio y sustentable, así como la habilitación de ciclovías.

3) Mejorar las tecnologías; tanto a nivel motor para integrar más autos híbridos y eléctricos, como a nivel ciudad en donde se realicen actualizaciones a los sistemas inteligentes de transporte, la semaforización, apps y sistemas compartidos. Igualmente comenzar la migración a autobuses como el Bus Volvo.

Después de vivir la contingencia ambiental que tuvo lugar en la Ciudad de México en meses pasados, vimos como la tasa de ocupación de los autos aumentó. Actualmente el promedio de ocupación de un auto es de 1.1 personas por coche, y cada coche emite 4 toneladas de CO2 al año, un autobús regular emite 90 toneladas, por lo que viajar en autobús, aún en uno regular es más ecofriendly que estar en auto.

La Ciudad de México cuenta con un parque vehicular de 25 mil autobuses aproximadamente y por mucho este medio de transporte es el más utilizado actualmente ya que mueve al doble de personas que el metro alcanzando una cifra de 10 millones de usuarios por día. El problema es que el 72% de dichos autobuses, cerca de 18 mil microbuses, tienen más de 20 años y el consumo de combustible asciende a los $400mil pesos.

Jorge Suárez, quien es Asesor de electro-movilidad de Volvo-Bus en Norteamérica y entusiasta de la movilidad sustentable, nos presentó el e-bus y un autobús híbrido de la marca Volvo, la cual es una de las primeras empresas en hacer un cambio de estrategia hacia la electro-movilidad.

Suárez explicó la diferencia entre un motor híbrido y uno eléctrico: el híbrido es una mezcla de un motor de combustión interna y la utilización de sistemas de recuperación de energía (como frenos regenerativos). Al frenar el vehículo recupera la energía del frenado que normalmente se desperdicia en forma de calor, dicha energía es enviada a una batería que almacena hasta 3kv/hr y esa energía recuperada se usa para el arranque y la aceleración del vehículo, resultando en un ahorro del combustible de un 30%, que más o menos sería 25 toneladas de CO2 al año en un camión.

Por otro lado, están los autobuses eléctrico/híbrido, también conocido como extensión de rango, pero la carga de un auto difiere a la de un autobús, ya que el auto sólo se llega a la casa y se carga a la red (posiblemente por más de 5 horas); el problema es que un autobús está funcionando casi 20 horas diarias y no existe un tiempo de recarga amplio por lo que se tiene que recargar sobre la vía o ruta, a esto se le llama ‘recarga de oportunidad’ (upcharge).

En una ruta regular, un camión recorre entre 10 y 15 kilómetros en estas puntas de cada trayecto es donde el camión podría recargarse en las ‘columnas de carga’ las cuales tienen un brazo (pantógrafo) que desciende sobre unos rieles en el techo del autobús, se conecta por contacto y le pasa energía eléctrica por 5 minutos.

Estos nuevos autobuses son una de las mejores alternativas que se tienen al momento para mitigar el gran problema que tenemos con el transporte; si bien la inversión inicial es mayor, ya que un autobús de este tipo tiene un costo entre 9 y 10 millones de pesos más los centros de recarga, los beneficios a largo plazo son mayores.

Entre los beneficios de un autobús eléctrico se destacan tres: 1) eficiencia energética, porque se obtienen más kilómetros por cada unidad de energía, es decir un autobús eléctrico es 4 veces más eficiente que un de gas natural, aunque este último tiene una buena eficiencia sobre los regulares su huella de carbono es de 100 toneladas de CO2 al año. El eléctrico es 3 veces más eficiente incluso que el de diesel. Los aerogeneradores para generar electricidad, uno de los grandes le da energía eléctrica a 250 autobuses eléctricos. 2) Emisiones: baja todas las emisiones, baja partículas porque no las hay, baja óxido de nitrógeno que fue lo que causó la contingencia en abril y baja el CO2 y 3) Ruido: el autobús es completamente silencioso, se bajan los decibeles de 80 a 65 decibeles similar al ruido que se escucha en una sala, por ende los pasajeros van más tranquilos, el conductor está más relajado, ya que los conductores tienen alta incidencia de problemas auditivos y no vibra

Sabemos que es una inversión alta y que posiblemente no se realice de la noche a la mañana, pero durante la Cumbre de Alcaldes del C40 se resaltó la urgencia de transformar los sistemas de transporte de las ciudades para combatir el cambio climático, esto abre las puertas a cambiar el paradigma que ha reinado en el país y sobretodo en la Ciudad de México durante varias décadas. Esperamos que el e-bus de Volvo sea una de las soluciones ya que es el transporte que todos merecemos.


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