Ahora que estamos despertando hacia un mundo más sustentable, surgen las alternativas a los combustibles fósiles y el biocombustible es uno de ellos. Pero el biocombustible es un producto que no ha terminado de despegar, ya sea por temas legislativos, ambientales o alimenticios.
¿QUÉ ES? El biocombustible o agrocombustible es una mezcla de sustancias orgánicas que se utiliza como combustible en los motores de combustión interna. Para la obtención de los biocarburantes se pueden utilizar especies de uso agrícola tales como el maíz o la mandioca, ricas en carbohidratos, o plantas oleaginosas como la soja, girasol y palmeras o algas.
El uso de este tipo de combustible reduce considerablemente el dióxido de carbono que es enviado a la atmósfera ya que estos materiales lo van absorbiendo a medida que se van desarrollando, mientras que emiten una cantidad similar que los carburantes convencionales en el momento de la combustión. En países del continente europeo, existe una normativa donde se le exige a los proveedores mezclar biocombustible, generalmente los biocombustibles se mezclan con otros combustibles en cantidades que varían del 5 al 10%.
PROBLEMAS DEL BIOCOMBUSTIBLE. Existen inconvenientes por los cuales los biocombustibles no terminan de gozar una aceptación a nivel global, entre ellos destacan el utilizar el cultivos de vegetales comestibles -maíz o caña de azúcar- para crear combustible en vez de alimento; una más apremiante es el cambio de uso de tierras dedicadas a la alimentación al cultivo de vegetales destinados a producir biocombustibles, provocando la deforestación o invasión de terrenos vírgenes o selváticos.
Muchos países subdesarrollados, especialmente del sureste asiático, están destruyendo sus áreas naturales, incluso protegidas, para crear cultivos masivos para biocarburantes. Igualmente la huella hídrica es alta ya que se deben regar estos campos y se estima un consumo de 20 kilogramos de agua por cada kilogramo de combustible: dependiendo del contexto industrial la energía incorporada en el agua podría ser superior a la del combustible obtenido.
LA NOVEDAD. Estas tendencias negativas están por cambiar gracias a un nuevo jugador ya que hasta hace poco, el árbol Croton megalocarpus, el cual es común en África centra y oriental, se utilizaba principalmente como leña, pero la compañía Eco Fuel Kenya (EFK) está dándole un nuevo uso.
A principios de los años 2000, se descubrió que el aceite encontrado en las nueces del árbol podrían ser un reemplazo directo del Diesel en algunos motores. El árbol de croton es muy común en África, tanto que la empresa EFK no ha necesitado plantar nuevos árboles para hacerse del fruto y aún así tener una gran producción.
Con el éxito de esta investigación miles de agricultores que antes pensaban que las nueces eran algo inútil, ahora son parte de la red de EFK la cual creció a 3 mil agricultores.
Este estudio desenterró una fuente sostenible de biocombustible ya que esta nuez no es comestible y nunca había tenido un valor económico, principalmente se usaba para la leña o composta.
“...Podemos comprar las nueces a los agricultores para que obtengan un ingreso adicional y tener un modelo de negocio que no requiera decenas de millones de dólares y una gran porción de tierra, de hecho toda nuestra materia prima, proceso y venta de la misma tiene que estar en un radio de 100 kilómetros a partir de la fábrica…”, declaró Myles Katz, director de EFK a CNN.
En 2012, el grupo de EFK comenzó a trabajar en la optimización de una cadena de suministro sostenible y el perfeccionamiento de un proceso de fabricación de residuos cero para aprovechar la mayor cantidad de nueces, esto llevó a que en el año pasado EFK manejara más de 1,000 toneladas de nueces.
“...El nuevo valor económico de los árboles de Croton promueve la reforestación en todo el este de África, lo que mejora las condiciones del suelo y combate el cambio climático. El aceite de nuez de Croton sustituye a los combustibles naturales dañinos y como se produce localmente y no se importa, también se ahorra las emisiones de carbono…”, de acuerdo con información del sitio.
En el sitio web de EFK, se describe al aceite de croton como uno ‘totalmente ecológico’ ya que el árbol florece sin fertilizantes adicionales -los cuales son comúnmente usados para otros biocombustibles- o un mayor riego. Igualmente el proceso para la producción y extracción del aceite requiere muy poca energía en comparación con la producción de combustibles tradicionales.
Paralelamente y algo muy importante, es que los agricultores no tienen que cambiar de otros cultivos para concentrarse en las nueces de croton, ya que éstas pueden almacenarse durante un año.
“...A medida que perfeccionamos el proceso para producir aceite, aprendimos que las cáscaras de las nueces son una fuente de nitrógeno orgánico, lo que las hace perfectas para crear fertilizantes y las semillas de la nuez también pueden ser utilizadas como alimento para ciertos animales como pollos…”, de acuerdo con información del sitio web. Esto es una solución integral, combustible verde, fertilizante y alimento para animales.
El aceite de croton ahora es vendido a negocios locales para dar energía a generadores y ha tenido tanto éxito que EFK piensa plantar 300 mil árboles para el 2022. Esto quiere decir que habrá más árboles en zonas donde antes no existían, los cuales brindarán no sólo aceite para biocombustible sino serán proveedores de oxígeno y almacenadores de CO2.
Vía: CNN, Eco Fuel Kenya, Inhabitat
Imagen: Eco Fuel Kenya