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Fiebre del oro en Venezuela: el caos ambiental que se viene


“…Una tonelada de oro al mes. Ese es el total de oro que estamos sumando para el pueblo. Hemos completado una tonelada de oro que estará resguardada en el Banco Central de Venezuela (BCV) y que estaremos incrementando mensualmente para enriquecer la políticas sociales…”, anunció el vicepresidente de Economía Ramón Lobo.

Esto se escucha bastante bien, de hecho para cualquier nación podría ser una gran noticia, pero lo que falta complementar en este anuncio es que la extracción del oro se realiza con diferentes grupos mineros que practican una minería considerada ilegal en todo el mundo por ser altamente contaminante y destructiva ya que se usa mercurio en su proceso

El mercurio se emplea para separar y extraer el oro de las rocas o piedras en las que se encuentra. El mercurio se adhiere al oro, formando una amalgama que facilita su separación de la roca, arena u otro material. Luego se calienta la amalgama para que se evapore el mercurio y quede el oro, al calentar despide vapores tóxicos para el ser humano y el mercurio utilizado no se logra recuperar por lo que termina en río o lagos.

Actualmente el mercurio se encuentra en diferentes medios y alimentos (siendo el pescado el más afectado) en todo el mundo a niveles que afectan tanto a la flora y fauna como a los humanos. Como siempre la actividad del hombre ha incrementado los casos de exposición de mercurio (como en el caso de la minería) incluso las regiones más apartadas como en el Ártico, se han visto afectadas debido al transporte del mercurio.

“…Los lugares con altas concentraciones comprobadas de mercurio, son fuentes importantes de dispersión del mercurio en los sistemas acuáticos y contribuyen a la contaminación por metilmercurio que es mucho más tóxico que el mercurio elemental y las sales inorgánicas. La contaminación alcanza los peces, la fauna y flora silvestres, con los efectos consiguientes en la vida de miles de personas, tanto de las que participan directamente en las actividades mineras como de las que viven en las cercanías…”, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

En general, todas las formas de mercurio que entran en los sistemas acuáticos pueden convertirse en metilmercurio. Alrededor del 90 % de todo el metilmercurio presente en los alimentos es absorbido a través del sistema digestivo, tanto en el hombre como en los animales.

Investigadores y activistas señalan que los mineros tradicionales de Venezuela, Brasil y Guyana están causando la destrucción del medio ambiente a través de la erosión hidráulica del suelo, la deforestación y el uso indiscriminado e inapropiado del mercurio.

Activistas como Valentina Quintero, aseguran que el mercurio que está usándose en la extracción de oro proviene de los transformadores en desuso de la polémica presa Guri. Este mercurio usado es aún más contaminante que el nuevo y en caso de que el mercurio ya no funcione se opta por cianuro, una práctica más desastrosa.

“…Minerven, la empresa del Estado que llegó a sacar 450kgs de oro mensuales - ha producido de enero hasta mayo apenas 45kgs. La quebraron. Esa es la labor de su Arco minero. Oro para la Muerte. Oro para la destrucción. Oro para arrasar con el futuro de todos los venezolanos…”, declaró Quintero.

Adicional al problema medioambiental que supone el uso de mercurio y cianuro, los pequeños mineros que trabajan en la extracción del oro padecen enfermedades, pierden el pelo, la vista, riñones o la malaria termina por devorarlos.

La situación que vive el pueblo de Venezuela es complicada, la mayoría de los reflectores están centrados en la revolución, pero se está perdiendo el foco o la atención de otras situaciones que necesitan ser revisadas, sobre todo en temas medioambientales como esté.

Desde el año pasado el presidente Nicolás Maduro decretó un plan de minería el cual dejaría la exploración y explotación de minas de oro en manos del estado (una práctica común de Maduro). Supuestamente es un plan para reducir la minería ilegal y dar trabajo a los mineros artesanales, quienes emplean mercurio para la extracción del oro y en el mejor de los casos llegan a ‘perder’ el 40% del mercurio utilizado, esta pérdida termina en ríos y lagos y finalmente en nuestra cadena alimenticia.

Todo esto porque un grupo de personas (no sólo es Nicolás Maduro) ha llevado al borde del colapso al país sudamericano. Con la economía de Venezuela por los suelos el país está en manos de la fiebre del oro. Decenas de miles de personas están acudiendo a peligrosos minas ilegales para extraer oro pero no se dan cuenta o no quieren darse cuenta de que se están acabando su país y su salud.

 

Vía: Forbes / Valentina Quintero

Imagen: Agence France-Presse

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