Precisamente, el día de ayer publicamos el estudio del Banco Mundial el cual menciona los 5 países que más generan basura en América Latina y República Dominicana apareció entre los 5 primeros lugares.
Es realmente sorprendente ya que es un país que tiene una población menor a 11 millones de personas y una extensión de poco más de 48 mil kilómetros cuadrados por lo que no se pensaría que fuera uno de los principales generadores de basura.
El problema que enfrenta República Dominicana es 1) la generación de basura, ya que supera la media de 0.74 kg de basura diarios, República Dominicana con 1.08 kg, casi un 50% más y 2) por tener un sistema de recolección inefectivo y realmente caótico.
El sistema de eliminación de basura es obsoleto y la separación de residuos es una práctica inexistente, adicional a que casi toda la basura termina en uno de los más de 350 vertederos, algunos a cielo abierto; en las regiones más pobres puede que no llegue ni a un tiradero terminando en calles, ríos y playas.
Debido a esta situación, se está poniendo en marcha en el país insular un programa de ‘calles limpias’ y se comprometió a un recorte emisiones dañinas, así como a la construcción de nuevas instalación y una gestión inteligente de los residuos.
El Plan de Desarrollo de Compatibilidad Climática de la República Dominicana (CCDP), es una estrategia de reducción de emisiones para los sectores de energía, transporte, silvicultura, turismo, cemento y residuos.
El documento se desarrolló dentro del ámbito de una Proyecto de Iniciativa Climática (IKI) con el apoyo de la Coalición por las Naciones del Bosque Lluvioso y el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Construcción y Seguridad Nuclear (BMUB).
El plan considera a los residuos y el cemento como los sectores en los que se pueden lograr reducciones sustanciales en las emisiones de gases de efecto invernadero a corto plazo.
El uso de residuos adecuados como fuente de energía, conocido como coprocesamiento, ofrece un potencial considerable de reducción de emisiones, particularmente en el caso de la producción de cemento.
El objetivo del proyecto es apoyar a República Dominicana en la implementación de su plan de desarrollo compatible con el clima en el sector de residuos.
Para implementar el proyecto, se introducirá una nueva ley que regula un sistema moderno de gestión de residuos el cual reducirá la contaminación y ofrecerá nuevas oportunidades de trabajo para los recolectores locales de residuos.
Si bien el proyecto está pensado para todo el país, los grandes esfuerzos se enfocarán en ciudades como Santiago, San Cristóbal y Santo Domingo, donde se tienen las mayores acumulaciones de basura.
El proyecto contará con un financiamiento de $5.5 millones de dólares proporcionados por el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania (BMU) a través de su Iniciativa Internacional sobre el Clima (IKI).
Así mismo, la agencia alemana de desarrollo internacional GIZ está trabajando con empresas, autoridades locales y universidades para establecer una economía circular moderna.
Este programa busca crear conciencia en las comunidades más pobres del país, educando a los residentes quienes por cuenta propia ya limpian sus calles y barrios y tienen con un programa de reciclaje. En las escuelas, los niños están aprendiendo a compostar residuos orgánicos.
Otro ejemplo es en la ciudad de Santiago, donde ha conseguido una instalación de clasificación de basura, que ha llevado el manejo de la basura de la región a los estándares modernos y puede servir como modelo para todo el país.
Esto debe servir como ejemplo a otros países que tienen un problema similar con la basura como lo expone el Banco Mundial en su reporte; por un lado si es responsabilidad del gobierno el facilitar programas, también es deber de la ciudadanía el educarse y hacer que estos programas sean un éxito.
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Vía: DW Imagen: DW