Día Mundial del Medio Ambiente 2025: México “apuesta” por la sostenibilidad (otra vez)
- Planeta B
- hace 4 días
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Un día más para salvar el planeta... o al menos para parecerlo
Este 5 de junio, México se une —una vez más— al Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha instaurada por la ONU para recordarnos, entre discursos institucionales y fotos con árboles recién plantados, que la sostenibilidad no es opcional.
El tema de este año: la contaminación por plásticos y la necesidad urgente de soluciones sostenibles. Una causa tan noble como impostergable… y tan repetida como ignorada en muchos frentes.
Aunque no se han anunciado acciones específicas por parte del gobierno federal, es previsible que organizaciones, empresas e instituciones aprovechen el día para impulsar campañas, foros o talleres educativos. Porque si algo hemos aprendido, es que conmemorar también puede ser una forma elegante de postergar.
El papel de las empresas: luces solares y verdades parciales
Dentro del escenario nacional, el sector privado parece estar llevando la delantera —o al menos generando los titulares más alentadores. IKEA México, por ejemplo, no solo presume paneles solares en sus tiendas (que cubren entre el 15% y 20% de su consumo energético), sino que también recicla hasta el 80% de sus residuos.
En un país donde aún se debate si separar la basura realmente sirve de algo, esto ya es una hazaña.
En el plano internacional, la compañía sueca ha reducido el desperdicio de alimentos en un 54%, evitando la emisión de más de 36,000 toneladas de CO₂. ¿El secreto? Inteligencia artificial en cocinas. No solo para evitar tirar comida, sino para maximizar la eficiencia y —cómo no— reducir costos. Porque salvar el planeta no está reñido con cuidar la caja registradora.
El consumidor informado: el nuevo regulador no oficial
Mientras tanto, el verdadero motor del cambio parece estar en el consumidor. El ciudadano promedio, antes distraído por la etiqueta del precio, hoy examina la huella de carbono del empaque. En un contexto de inflación y presiones económicas, este comportamiento se convierte en un acto casi revolucionario: exigir sostenibilidad sin sacrificar accesibilidad.
Este tipo de presión social ha empujado a muchas marcas a redefinir procesos, alianzas e incluso sus campañas de marketing. La sostenibilidad, antes un extra bonito, se está convirtiendo en un requisito mínimo para competir en mercados cada vez más despiertos y exigentes.
¿Qué pensamos en #PlanetaB? Entre lo simbólico y lo urgente
El Día Mundial del Medio Ambiente se ha vuelto una fecha con doble filo: necesaria para visibilizar, sí, pero también fácilmente absorbible por la inercia institucional. Celebrar sin transformar no deja de ser una forma elegante de ignorar. Y México, con su riqueza natural y sus desafíos estructurales, no puede darse ese lujo.
La sostenibilidad no puede seguir siendo un “tema” de agenda. Tiene que ser la agenda. Si queremos que el compromiso ambiental deje de ser un eslogan y se convierta en una política de Estado (y de empresa, y de ciudadanía), debemos dejar atrás las buenas intenciones sin seguimiento. Es momento de exigir más que eventos simbólicos.
Exijamos resultados medibles, compromisos reales y voluntad política. Porque de buenas intenciones ya está lleno el océano… literalmente, de plástico.
¿Y tú, qué vas a hacer hoy?Comparte, cuestiona, reduce, recicla… y sobre todo, exige. El medio ambiente no necesita más likes. Necesita decisiones.
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