Es una victoria no sólo para los elefantes sino para los humanos. La medida de prohibir el comercio legal de marfil por el gobierno asíatico nos acerca a ser una civilización y diferenciarnos de la barbarie que hemos cometido durante cientos de años a la naturaleza.
El uso del marfil se remonta siglos atrás cuando los hebreos y egipcios lo empleaban como adorno en la decoración de salas, muebles y templos; en la Biblia se afirma que Salomón tenía un trono de marfil incrustado en oro; igualmente en diferentes museos arqueológicos podemos ver el un sin fin de objetos elaborados con este material.
Griegos, romanos y bizantinos fueron algunas de las “civilizaciones” que empleaban estos materiales para estatuas gigantescas como la realizadas por Fidias en el Partenón; los bizantinos emplearon el material para las puertas del templo de Santa Sofía en Constantinopla. En sí fue un material muy codiciado por muchas de las antiguas civilizaciones.
Se pensaría que con el paso del tiempo dejaríamos de usar este material ya que la extracción del mismo termina casi siempre con la muerte del animal, es una de las prácticas más bárbaras que existen todavía en nuestros días y sólo por el hecho de poder adornar nuestras salas. Debería darles vergüenza a la personas que adquieren cualquier producto de este tipo.
El marfil viene de la extracción de los “colmillos” de los elefantes que son dientes incisivos alargados. La mayoría de los elefantes poseen dos colmillos que se desarrollan a lo largo de su vida y pueden llegar a pesar casi 45 kilogramos cada uno; hace muchos años, estos colmillos podías llegar a pesar el doble pero debido a nuestra estupidez como humanos y nuestra codicia por este material, la caza furtiva ha hecho que el gen del “colmillo grande” esté desapareciendo. hemos llegado al punto de que el 50% de los elefantes machos de la población asiática no llega a desarrollar colmillos, científicos afirman que es una respuesta evolutiva.
Se estima que para 1979 la población de elefantes africanos era de 1.3 millones, una década más tarde fue de 600 mil, hoy se considera una especie en peligro de extinción, no sólo por la pérdida de su hábitat natural, también en gran medida por la caza ilegal para comercializar el marfil. Anualmente se cazan cerca de 75,000 elefantes y el negocio de la venta del marfil puede superar los mil millones de dólares.
La solución es simple; dejemos de consumir marfil, no hay más, sin demanda no habría oferta. Esta solución tan sencilla parece que no la entienden las personas que continúan comprando marfil, teniendo como ejemplo China donde hay diversas tiendas de antigüedades que comercializan marfil y exhiben colmillos de elefantes enteros, estatuas, figuras y escenas intrincadamente trabajadas.
China es uno de los países que recientemente ha prohibido la venta ilegal de marfil. en enero de 2014, el gobierno chino decomisó y destruyó una carga de seis toneladas de marfil. Esta fue una de las primeras señales de que el gobierno asiático estaba en el camino correcto para detener esta atrocidad.
John Scanlon, quien es Secretario General de la Convención Internacional de Comercio de Especies en Peligro (Cites), el cual es un órgano que regula de forma global las especies en peligro de extinción, afirmó en el evento del 2014, que los elefantes africanos son un especie que continuamente se encuentran amenazados. “...En el 2011, cerca de 25 mil elefantes murieron ilegalmente en el continente africano, en el 2010 otros 22 mil, y la tendencia sigue hacia adelante, esto quiere decir que muy pronto veremos extinciones de elefantes en algunas áreas particularmente en África central…”, declaró Scanlon.
Por esta razón, la medida adoptada por el gobierno chino de cerrar sus fábricas legales de talla de marfil es de gran importancia; esto quiere decir que las tiendas de venta legal y talla de marfil tienen sus días contados y podríamos ver una China libre de marfil legal para finales del próximo año.
China, siendo uno de los grandes mercados para la venta tanto legal como ilegal de marfil clausurará la venta comercial de marfil. Esta medida ha sido aplaudida alrededor del mundo y los conservacionistas describen este anuncio como “la medida más grande” en la lucha por salvar a los elefantes de la caza furtiva.
"...Estamos preparando la transición para prohibir el comercio nacional de marfil en China, de acuerdo a nuestra información, la mayoría de los vendedores legales de marfil están desarrollando negocios alternativos, igualmente el precio de los productos de marfil ha caído…” declaró Zhou Fei, Jefe del programa de China en el tráfico de animales salvajes Traffic al diario inglés The Guardian.
En anuncio bilateral realizado con los Estado Unidos en julio pasado, China prometió que pondrían una fecha límite para eliminar progresivamente el mercado de marfil y se espera que la administración actual cumpla con esta promesa o esperar a que el gobierno del Sr. Trump honre este trato, aunque es algo improbable ya que nos ha dado muestras de todo lo contrario.
Wei Ji, quien es un investigador independiente de la vida silvestre y es consultor para una de las más grandes organizaciones medioambientales de China, declaró: “...nuestro gobierno tiene un compromiso claro y la promesa realizada con el mundo no se quedará en palabras. No existirá mucha resistencia con el público chino ya que el mercado legal es relativamente pequeño, tan sólo 34 manufactureras y 130 tiendas tienen licencia…”.
El único problema restante son los gobiernos restantes, sobre todo Europa ya que las crecientes exportaciones internacionales de marfil del continente pueden llegar a eclipsar esta decisión, la falta de compromiso que mantiene Europa y en particular el Reino Unido ya que el Brexit y la poca consciencia que están demostrando hacia un planeta más verde, puede darle al gobierno chino argumento de por qué no es necesario aplicar el plan.
Lo importante es que por parte del gobierno asiático ya estamos en vías de prohibir este mercado, si otros países tardan en tomar la misma decisión no debe frenar ni echar para atrás el plan inicial de China.
Vía: The Guardian y WWF
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