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Trisol, la empresa mexicana que recicla llantas con una huella de carbono casi nula


Andrés García Gasca, es CEO y fundador de Trisol, una empresa dedicada a la fabricación de materias primas a partir del reciclaje y trituración de llantas usadas, uno de los mayores problemas de contaminación en México.

Trisol nació en las aulas de la universidad como un proyecto escolar de una materia de emprendimiento. Durante los siguientes 3 años en los que finalizó la carrera, Andrés utilizó a Trisol como caso de estudio para las siguientes materias y darle forma en temas legales, de finanzas, modelo de negocios, importación, exportación y administración.

Trisol es la respuesta a la problemática de las llantas usadas. Tan sólo en México, anualmente se desechan cerca de 25 millones de neumáticos y el desecho actual está conformado por un total de 40 millones adicionales, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México.

Esto quiere decir que cada minuto en algún lugar del territorio nacional se están desechando 50 llantas. Y según esta dependencia gubernamental, el desecho total puede crecer a 80 millones de neumáticos usados para el siguiente año.

Esta montaña se desechos se debe a un nula consciencia de reciclaje y al crecimiento del parque vehicular del país; tan sólo en la CDMX ha crecido más del doble desde el año 2002.

Por otro lado, México sólo recicla el 5% del total de los neumáticos usados y la mayor parte de ese pequeño porcentaje se emplea para encender hornos cementeros; esto porque los neumáticos tienen una gran capacidad calorífica y sirven como combustible alterno.

Pero este tipo de uso ni siquiera se considera como reciclaje y termina por contaminar más el entorno ya que al entrar en combustión, el caucho desprende gases altamente tóxicos para la salud y el medio ambiente.

El 95% restante de las llantas que no se 'recicla', terminan en el mejor de los casos en vertederos y rellenos sanitarios, pueblos lejanos, calles, carreteras, pero se han encontrado en ríos, lagos y océanos contaminando diferentes ecosistemas.

El problema de ‘almacenar’ las llantas en vertederos es que el hule junto con el sol y el calor despiden de efecto invernadero y genera un ambiente propicio para incendios forestales y el desarrollo de plagas que producen enfermedades como el zika, chikungunya y dengue.

Teniendo en cuenta estos factores, Andrés decidió explorar más a profundidad su proyecto. “…Al principio mi familia no confiaba del todo en que el proyecto sería exitoso, pero al ver mi insistencia en sacarlo adelante, decidieron apoyarme económicamente…”, señaló García.

Fue así como en el 2013, Trisol comenzó como un pequeño negocio con tres empleados y dos máquinas usadas. Inicialmente, Andrés conseguía la materia prima para su compañía en paseos que realizaba los fines de semana: carreteras y rellenos sanitarios eran su principal fuente de insumos.

García explica que el éxito de Trisol no se basa en el reciclaje, ni siquiera en la venta de productos terminados, sino en ser la solución para terminar una problemática de las empresas: la gestión de sus desechos.

“…Reciclamos las llantas para transformarlas en materias primas. Somos esa ‘preocupación menos’ para las empresas. Es un ganar-ganar…”, asegura el exalumno del Tecnológico de Monterrey.

Actualmente el proceso de reciclaje de llantas es 100% mecánico, esto quiere decir que sus emisiones de gases contaminantes son prácticamente nulas. Su huella de carbono se reduce al consumo eléctrico de las máquinas, oficinas y el transporte de los camines que entregan las llantas.

Los neumáticos llegan con previa cita en la planta de tratamiento en Tultitlán, posteriormente se separan dependiendo de las medidas, se trituran y pulverizan para transformarlos en granulados que van desde los 3.5mm hasta las 2 pulgadas.

Este granulado funciona para hacer diferentes productos dependiendo de las propiedades de la llanta: impermeabilizantes, bloques de construcción, pistas para correr, canchas de pasto sintético, carreteras, caminos de acceso para comunidades rurales, entre otros.

Todavía falta mucho por recorrer y lograr un reciclaje del 100%, aún países como Ecuador, Estados Unidos, Canadá, Alemania y España -que son máximos exponentes en temas de reciclaje de llantas- reciclan entre el 20% y 40% de sus neumáticos usados.

García estima que para finales del 2018 esté operando con más de 9 máquinas de separación y trituración para alcanzar una producción de 166 toneladas mensuales y facturar ingresos por $7 millones de pesos anuales, siguiendo la fabricación de materia prima y granulados. Igualmente busca incrementar su línea de productos y comenzar con absorbentes industriales y pisos luminiscentes para carreteras.

 

Vía Forbes / Trisol

Imagen: Trisol

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