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Científicos crean accidentalmente una enzima come-plástico


La ciencia no siempre es exacta, existen accidentes que al principio puede pensarse que es un fracaso pero realmente es una nueva solución; tal y como sucedió con los monjes y el champagne, esta vez sucedió pero con enzimas.

El accidente fue impulsado por el descubrimiento de insectos que comen plástico en un basurero japonés, pero este nuevo ‘avance’ podría resolver la crisis mundial de contaminación por plástico.

La sustancia se basa en una enzima, un "catalizador biológico", producida por primera vez por bacterias que viven en un centro japonés de reciclaje y que los investigadores sugirieron que la habían desarrollado para comer plástico.

Conocida como ‘PETase’ por su capacidad para descomponer el plástico PET utilizado para fabricar botellas de bebidas, la enzima aceleró un proceso de degradación que normalmente tomaría cientos de años.

Al realizarle ajustes a esta enzima producida naturalmente, le permitió a un equipo de investigación producir algo capaz de digerir el plástico de manera más efectiva que cualquier cosa que se encuentre en la naturaleza.

Al descomponer el plástico en trozos manejables, los científicos sugieren que sus nuevas enzimas podrían ayudar a reciclar millones de toneladas de botellas de plástico.

Como sabemos, el plástico es notoriamente resistente a la degradación natural, y el descubrimiento de las bacterias japonesas en el 2016 fue anunciado por expertos y comentaristas como una posible solución sostenible a la contaminación plástica.

Continuando con la línea de las bacterias japonesas, el biólogo de la Universidad de Portsmouth, el profesor John McGeehan y sus colegas crearon accidentalmente una versión de gran potencia de la enzima que se come el plástico.

"...La casualidad a menudo juega un papel importante en la investigación científica fundamental y nuestro descubrimiento aquí no es la excepción...", dijo el profesor McGeehan.

Durante una investigación de la estructura de la enzima, los científicos hicieron un ligero ajuste a la parte que se cree está involucrada en la digestión de plástico. Al hacerlo, aumentó la capacidad de la enzima para degradar el PET, y también le dio la capacidad de degradar una forma alternativa de PET conocida como PEF.

"...Aunque la mejora es modesta, este descubrimiento imprevisto sugiere que hay espacio para mejorar aún más estas enzimas, acercándonos a una solución de reciclaje para la montaña cada vez mayor de plásticos descartados...", dijo el profesor.

La investigación fue dirigida por el estudiante de postgrado Harry Austin y publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Aunque el descomponer el plástico en piezas más pequeñas no es en sí mismo útil, de hecho crea microplásticos del tipo de corriente que causa daños a los ambientes marinos, los científicos sugieren que su método podría emplearse para hacer que el reciclaje de plástico sea mucho más efectivo.

El descubrimiento ha sido recibido con entusiasmo por otros científicos, que sin embargo advirtieron que habría un largo camino por recorrer antes de que estas enzimas se apliquen ampliamente en la industria del reciclaje.

"...Esta es una tecnología potencialmente útil para apoyar la recuperación y el reciclaje de plásticos...", dijo la profesora Nilay Shah, ingeniera química en el Imperial College de Londres que no participó en el trabajo.

"...Todos podemos jugar un papel importante en el tratamiento del problema plástico, pero la comunidad científica que finalmente creó estos 'materiales maravillosos' ahora debe usar toda la tecnología a su disposición para desarrollar soluciones reales…”, dijo el profesor McGeehan. __________________

Vía: The Independent

Imagen: Plastic Reaf

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