Los engranes comienzan a moverse para eliminar el plástico de nuestras vidas y posiblemente la comunidad mundial se esté uniendo para este fin.
Los gobiernos de 187 países acordaron controlar el movimiento de desechos plásticos entre las fronteras nacionales, en un esfuerzo por frenar la crisis plástica mundial, una de las potencias que decidió no participar en este pacto fue Estados Unidos.
Las naciones acordaron mayores regulaciones legales y vinculantes para el uso de productos químicos peligrosos y residuos, como los desechos plásticos, para proteger la salud de las personas y al planeta, mediante la modificación del Convenio de Basilea.
Las medidas fueron acordadas por mil 400 delegados que participaron durante dos semanas en un encuentro en la capital suiza denominado "Planeta limpio, gente sana: gestión racional de productos químicos y desechos".
La resolución significa que el plástico contaminado y la mayoría de las mezclas de desechos plásticos requerirán el consentimiento previo de los países receptores antes de ser comercializados, con la excepción de las mezclas de PE, PP y PET, según WWF.
CNN destacó la ausencia de Washington en la cita y recordó que Estados Unidos, gran emisor de este tipo de residuos, es uno de los países que no han ratificado la Convención, aunque sí lo son varios países a los que exporta desechos plásticos, como China, Malasia, Vietnam, Tailandia e India.
A pesar de que Estados Unidos quedará fuera de la decisión, el fallo aún se les aplicará cuando trate de comercializar residuos de plástico a prácticamente cualquier país del mundo.
Estados Unidos ha estado enviando sus desechos plásticos a varios países alrededor del mundo, incluyendo China y Malasia, pero recientemente ha enfrentado medidas de represión en esos países mientras intentan hacer frente a las cantidades de inundaciones plásticas en sus fronteras.
Los delegados asistieron a las reuniones de las Conferencias de las Partes en los convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo, conocidos como "Triple COPs".
Los Gobiernos acordaron modificar el Convenio de Basilea para incluir los residuos plásticos en un marco legalmente vinculante, a fin de regular el comercio mundial de dichos productos, para hacerlo más transparente y que su uso sea más seguro para la salud humana y el ambiente.
Alrededor de 100 millones de toneladas de plástico se han desechado en los océanos y entre 80 y 90 por ciento de ellas proviene de fuentes terrestres, lo que ha provocado que el problema de la contaminación por ese tipo de residuos haya alcanzado proporciones epidémicas.
"...Este es un primer paso crucial para dejar de usar a los países en desarrollo como basureros para los desechos plásticos del mundo, especialmente los que provienen de naciones ricas...", dijo Von Hernández, coordinador global de Break Free from Plastic.
Si bien nos falta velocidad para atacar este y otros problemas, poco a poco se están haciendo cambios importantes en el mundo y las naciones, como Estados Unidos, que no quieran entrar a este tipo de pactos quedarán relegadas y les será más difícil entablar acciones comerciales con otros países. __ Vía: CNN Imagen: Brett Cole