Los signos vitales de nuestro planeta son similares a los indicadores de salud en el cuerpo humano.
Al igual que monitoreamos la temperatura, la presión arterial y otros signos vitales para evaluar nuestro bienestar, los científicos rastrean los indicadores clave de la Tierra para comprender su estado de salud.
Estos signos, que van desde las emisiones de gases de efecto invernadero hasta la biodiversidad, son cruciales para evaluar el impacto del cambio climático y la salud general de nuestro planeta, y nos proporcionan valiosa información sobre las medidas que debemos tomar para preservar nuestro hogar común.
Un grupo internacional de científicos está llevando a cabo un seguimiento minucioso de 35 signos vitales de la Tierra para evaluar la evolución del cambio climático. Estos indicadores abarcan desde las emisiones de gases de efecto invernadero hasta los subsidios destinados a los combustibles fósiles. Según un artículo publicado en "BioScience", 20 de estos 35 indicadores están actualmente en niveles récord.
Los signos vitales de nuestro planeta han empeorado tanto que han alcanzado un punto sin precedentes, lo que supone una amenaza inminente para la vida en la Tierra, según advierten los 12 autores de este estudio, entre los que se encuentra Johan Rockström, el creador del concepto de "límites planetarios".
William J. Ripple, distinguido profesor de la Universidad Estatal de Oregón y coautor del artículo, advierte:
"Si no tomamos medidas fundamentales para abordar el problema subyacente de que la humanidad está excediendo los límites de lo que la Tierra puede proporcionar de manera sostenible, nos dirigimos hacia un posible colapso de los sistemas naturales y socioeconómicos, lo que daría lugar a un mundo marcado por un calor insoportable, la escasez de alimentos y agua dulce".
Uno de los indicadores más alarmantes es el aumento en los subsidios a los combustibles fósiles. Estos subsidios representan las medidas que los gobiernos toman para artificialmente reducir los costos de producción de energía, aumentar los ingresos de los productores o reducir los precios para los consumidores. Entre 2021 y 2022, estos subsidios se han casi duplicado, pasando de 531 mil millones de dólares a más de un billón de dólares.
Antes de 2023, era raro que la temperatura global promedio superara 1.5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales en un solo día. Sin embargo, en este año ya se han registrado 38 días con temperaturas tan altas, según los científicos.
Además, los incendios forestales de Canadá de este año han liberado más de 1 gigatonelada de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, una cifra superior a las emisiones anuales totales del país en 2021.
Otro dato inquietante es que la temperatura media de la superficie terrestre alcanzó su nivel más alto registrado en la historia durante el mes de julio, lo que sugiere que posiblemente no ha sido tan alta en los últimos 100,000 años, según los investigadores.
"Nuestra vida en este planeta está claramente en peligro. Las tendencias estadísticas revelan patrones profundamente alarmantes en los datos y desastres relacionados con el clima. Lamentablemente, también encontramos escasos avances en lo que respecta a los esfuerzos de la humanidad para combatir el cambio climático"... destacó Ripple.
¿Qué acciones deben emprenderse?
Como un primer paso crítico, los científicos hacen un llamado urgente para abordar el exceso de demanda o sobrecapacidad ecológica, que significa que la humanidad está consumiendo más recursos naturales de los que la Tierra puede proporcionar de manera sostenible.
Además, los investigadores proponen una serie de recomendaciones específicas, que incluyen la eliminación gradual de los subsidios a los combustibles fósiles, la transición hacia dietas basadas en productos vegetales, la intensificación de los esfuerzos de conservación de los bosques, la adopción de un acuerdo internacional para eliminar el uso del carbón y un tratado global de no proliferación de combustibles fósiles.
¿La realidad?
Científicos y expertos en medio ambiente y sostenibilidad nos han proporcionado advertencias claras y fundamentadas sobre la necesidad de tomar medidas urgentes para proteger nuestro planeta, como las antes descritas.
Sin embargo, a menudo hemos visto cómo gobiernos, empresas y la sociedad en general se han resistido a los cambios significativos, prefiriendo mantener la comodidad de las prácticas habituales.
La complacencia ante el cambio climático y la degradación ambiental representa un riesgo inminente para nuestro futuro y el de las generaciones venideras.
Es imperativo que reconozcamos la urgencia de la situación y tomemos medidas concretas para abordar los desafíos medioambientales, priorizando la sostenibilidad sobre la comodidad a corto plazo. El tiempo para la acción es ahora, y debemos trabajar juntos para proteger nuestro planeta y garantizar un futuro más saludable y sostenible.
////////// Vía. Agencias
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