¿Puede Kabul convertirse en la primera capital moderna en quedarse sin agua? Un llamado urgente al mundo
- Planeta B
- hace 1 día
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Kabul podría convertirse en la primera ciudad moderna en agotar totalmente sus reservas de agua. Un informe de Mercy Corps revela una crisis profunda con implicaciones climáticas, sociales y geopolíticas. Es hora de actuar.
Kabul al borde del colapso hídrico: el precio de la indiferencia global
En pleno siglo XXI, Kabul, capital de Afganistán, enfrenta una amenaza sin precedentes: convertirse en la primera ciudad moderna en quedarse sin agua.
Esta advertencia, emitida por la organización humanitaria Mercy Corps, expone una crisis silenciosa pero devastadora que combina décadas de sobreexplotación de acuíferos, acelerado crecimiento urbano, infraestructura insuficiente y el impacto cada vez más feroz del cambio climático. Más de seis millones de personas están en riesgo directo.
Un modelo de colapso urbano impulsado por el cambio climático
El informe revela que los acuíferos de Kabul han descendido entre 25 y 30 metros en la última década, mientras que la extracción anual de agua subterránea supera en 44 millones de metros cúbicos el ritmo natural de recarga.
Esta presión insostenible se ve agravada por un crecimiento poblacional explosivo —de apenas un millón de habitantes en 2001 a seis millones en 2025— y por una sequía prolongada entre 2021 y 2024, durante la cual las precipitaciones invernales apenas alcanzaron entre el 40 % y 60 % del promedio histórico.
Además, el retroceso de las nieves del Hindu Kush, fuente vital de agua para la región, compromete aún más la reposición natural de los acuíferos. Según estimaciones de UNICEF y la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), Kabul podría agotar sus reservas subterráneas hacia 2030. Ya casi la mitad de los pozos perforados están secos.
Agua contaminada, infraestructura débil y pobreza extrema
Aún con lo poco que queda, el 80 % del agua disponible en Kabul está contaminada con desechos químicos y aguas residuales. La situación se agrava por la falta de regulación, redes de distribución precarias, el encarecimiento del agua por parte de empresas privadas y el congelamiento de fondos internacionales desde 2021.
Según The Guardian, familias enteras destinan hasta el 30 % de sus ingresos únicamente a conseguir agua.
“Este es uno de los problemas más difíciles que enfrentamos”, declaró Nazifa, una maestra local. “No hay agua de calidad para los hogares, y quienes más sufren son los de bajos recursos.”
Un fracaso colectivo y una advertencia global
La crisis hídrica de Kabul no es solo un problema técnico o climático: es una muestra clara del colapso en la gobernanza, la falta de planeación urbana y la desconexión entre la ayuda internacional y las necesidades reales en el terreno.
De los 264 millones de dólares necesarios para proyectos de agua y saneamiento en Afganistán, los socios de la ONU han recibido apenas 8.4 millones. Además, 3 mil millones en financiamiento internacional para WASH (agua, saneamiento e higiene) permanecen congelados desde 2021.
Mercy Corps advierte que esta situación no solo representa una tragedia humanitaria, sino un precedente alarmante para otras urbes del mundo. Kabul podría convertirse en el primer ejemplo de colapso urbano inducido por el clima y por la falta de acción coordinada.
¿Qué pensamos en #PlanetaB? Kabul hoy, tu ciudad mañana
La historia de Kabul debe verse como una advertencia global. Mientras el mundo debate sobre metas climáticas y acuerdos multilaterales, ciudades vulnerables como Kabul ya están viviendo las consecuencias más extremas.
La escasez de agua no es solo un problema de los países en conflicto; es una realidad creciente que pronto podría afectar a metrópolis en Asia, África y América Latina si no se toman medidas concretas.
Frente a esta emergencia, es momento de pasar del discurso a la acción. Gobiernos, agencias multilaterales, empresas y ciudadanos deben repensar la gestión del agua como un tema estratégico de supervivencia.
El caso de Kabul no solo exige solidaridad, sino una reinvención urgente del modelo de desarrollo urbano global. Si no actuamos ahora, Kabul será apenas la primera de muchas.
¿Tienes una voz? Úsala. Comparte este mensaje. Exige a tus líderes políticas climáticas reales y sostenibles. Porque si Kabul puede quedarse sin agua, cualquiera de nuestras ciudades también.
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