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El Amazonas gana: se cancela construcción de presa


El Amazonas ha sido y seguirá siendo un territorio codiciado por muchas corporaciones que sólo explotar los recursos naturales para un beneficio propio. El caso de la construcción de un megaproyecto hídrico en esta región amenazaba seriamente la fauna y el ecosistema del cauce del río Tapajós, el cual es uno de los principales afluentes de la margen derecha del río Amazonas teniendo una longitud de 810km.

Momentos después de que se diera a conocer la decisión del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (IBAMA) de negar la licencia para la construcción de la obra São Luz do Tapajós, locales e indígenas festejaron y catalogaron la decisión como una victoria para la madre tierra. La decisión no puede venir en un mejor momento después del mensaje que se vivió al inicio de las olimpiadas de crear un planeta y consciencia más verde.

Desde sus inicios, el proyecto contó con la oposición del pueblo mundukuru en la tierra indígena Swaré Muybu en el estado de Para, así como de la organización Greenpeace. Ambos grupos formaron una gran alianza en donde se hizo un llamado a nivel internacional para recolectar 1.2 millones de firmas contra la presa.

La construcción de esta obra comenzó como un plan gubernamental del ex presidente Da Silva, presentado en su momento por Dilma Rouseff cuando esta última fungía como jefa de proyectos y ministra de la cartera energética.

Uno de los principales impactos ambientales que se tendrían por construir una presa de esta tipo en el Amazonas es la erosión del río Tapajós, sus aguas y la fauna circundante. Igualmente cientos de personas verían su entorno inundado ya que para su construcción por lo menos tres aldeas se verían sepultadas. Por otro lado, la zona donde se ejecutaría el proyecto está catalogada como tierra fértil y productiva, además de tener una extensión abundante de flora y fauna.

Últimamente están saliendo a la luz diversos casos como el de Tapajós, donde se denuncian abusos gubernamentales y empresariales. Muchos de estos proyectos se han visto afectados por el inestable ambiente político en Brasil en los últimos años.

 


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