El accidente de Chernóbil ha sido uno de los mayores desastres medioambientales de la historia, al grado que después de 30 años del accidente todavía se ven sus secuelas. Posterior al incidente se inició un proceso masivo para eliminar la contaminación radioactiva, contenerla y mitigarla; se aisló un área de 30 km de radio alrededor de la central nuclear, mejor conocida como ‘zona de alienación’, la cual sigue vigente.
Después del desastre, aproximadamente un área de 4 kms cuadrados de pinos que estaban en las cercanías del reactor adquirieron diferentes tonalidades de marrón dorado y murieron; esta área adquirió el nombre de ‘Bosque Rojo’, en un radio de 30 km alrededor del reactor aumentó la mortalidad de plantas y animales, así como pérdidas en su capacidad reproductiva.
Este terreno masivo que ahora está abandonado, es un espacio que no ha sido olvidado por la historia y los humanos pero es improductivo hasta y hoy que está tomando gran relevancia entre diferentes naciones como China y Alemania, así como de una docena de inversores que están interesados en convertir lo que fue el peor accidente nuclear en un parque masivo de energía solar.
De acuerdo con Ostap Semerak, quien es ministro de Ecología y Recursos Naturales de Ucrania, existe el interés de 13 inversores internacionales que buscan el permiso de la nación ucraniana para instalar un parque de paneles solares de 2 giga watts dentro de la zona de exclusión radiactiva que rodea la extinta central nuclear de Chernóbil. Para darnos una idea, 2 GW de energía es la capacidad que tendrían dos reactores nucleares modernos.
“…Hemos recibido diferentes peticiones de empresas que están interesadas en rentar la tierra de esta zona para construir estaciones de energía solar, Ucrania no está buscando obtener una ganancia por el uso de la tierra, más bien estamos buscando un beneficio de la inversión en sí…”, dijo Semerak en una entrevista telefónica.
31 años después del desastre de Chernóbil y con el esfuerzo de limpieza de más de 300 mil personas en zonas de Ucrania, Balarus y Rusia, las autoridades del país continúan descifrando qué hacer con el terreno que se contaminó en abril del 86, el cual mide el doble que la ciudad de Los Ángeles.
Lo que sucede con este terreno es que al haber sido expuesto a niveles de radiación tan altos no puede ser usado durante siglos para la agricultura, ganadería o reforestación, así que aprovecharlo para crear una infraestructura solar es una gran posibilidad.
De aceptarse estos planes, el terreno quedaría divido de la siguiente forma; 1 gw para las compañías chinas como GCL System Integration Technology Co Ltd. y China National Complete Engineering Corp, 500 megawatts para una compañía alemana de energías renovables; y los proyectos restantes irían para propuestas de plantas solares con un tamaño de 20 megawatts.
“…Es algo inusual, ya que estas tierras están abandonadas pero hoy se les puede dar un uso comercial, las empresas están solicitando entre 20 y 1000 hectáreas para los proyectos solares…”, dijo Semerak. El gobierno de Ucrania ha estado impulsando la inversión extranjera en el país otorgando beneficios y disminuyendo la renta de la propiedad estatal en un 85%.
Esto no sólo significa una inversión en energías limpias, sino un impulso para el país ya que Ucrania es uno de los países más pobre de Europa. La historia de Ucrania está llena de altibajos, todavía hoy continúan los conflictos con grupos pro-rusos y la situación álgida de Crimea. Por estas razones el gobierno quiere empujar la economía nacional con nuevas inversiones y tener una independencia energética fuera del lazo ruso.
Los proyectos que se conviertan en una realidad en el 2017, recibirán una tarifa de $0.18 centavos de dólar por kilowatt. Y las instalaciones que originalmente fueron usadas para transmitir electricidad de la central nuclear de Chernóbil serán re-diseñadas para que se usen con energía solar. Por el momento se está analizando como la red existente manejará los retos que supone adecuarlos para energías renovables.
Ucrania quiere adoptar el modelo de financiamiento que tomó Alemania hace unos años para financiar modelos sustentables de energías limpias. Al día de hoy este plan es un éxito en el país germano ya que tienen plantas solares que generan 39 gigawatts de electricidad, esto gracias a que los ciudadanos alemanes está obligados a apoyar las energías limpias en sus facturas mensuales, tan sólo en el año pasado se pagó un total de 25 billones de euros; Ucrania quiere adoptar este modelo aunque puede tener diferencias con el de Alemania.
El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD, por sus siglas en inglés, es una institución financiera fundada en enero de 1990 que tiene el objetivo de favorecer la transición a una economía de mercado y promover la iniciativa privada en los países ex-comunistas de Europa Oriental) tiene sus dudas en cuanto si apoyar los proyectos solares, principalmente por la radiación remanente de Chernóbil. Las condiciones para los préstamos serían que las instalaciones y/o plantas deban cumplir con los estándares de seguridad para operar y que los proyectos sean comercialmente viables.
Pietro Radoia, quien es un analista de Bloomberg, no está tan entusiasmado del uso en Chernóbil ya que se depende de la operación humana en estas plantas, “…para cualquier proyecto superior a los 10 megawatts es necesario que haya una persona en sitio casi todos los días, mientras más grande sea el proyecto, más detalles / situaciones y/o problemas se pueden suscitar de formar diaria…”. Este problema lo tendrán que solucionar las empresas que decidan construir sus parques solares, adicional debemos tomar en cuenta el tiempo de construcción y como podría afectar la salud de las personas que estén en el proyecto, pero nos mostramos optimistas ante la situación.
El mejor escenario sería poder usar el terreno para estos fines, si no se pueden emplear para ninguna otra actividad, qué mejor que darle un nuevo uso y que de una tierra catalogada como desastre puedan nacer proyectos de energía limpia.
Source: Solargis, Bloomberg
Imagen: Green Tour Ukraine