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Espuma biodegradable con semillas de tamarindo para sustituir al unicel


Alfredo Maciel y Abel Cortés, científicos de la Universidad Autónoma de México, desarrollaron una espuma biodegradable de semillas de tamarindo que sustituirá el unicel.

A partir de las semillas de tamarindo, Alfredo Maciel, científico del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) de la UNAM, en colaboración con Abel Humberto Cortés Arce, de la Facultad de Química (FQ), han logrado crear un producto sustentable para sustituir la amenaza del unicel y plástico.

Este nuevo producto tiene la propiedad de biodegradarse en de 2 a 3 meses gracias a que en intemperie los hongos y bacterias se lo comerían, mientras que el el poliestireno puede tardar cientos de años en degradarse. El vasito de unicel que hoy usaste para el café matutino o los platos desechables del almuerzo no se degradará en las siguientes 6 generaciones, ¿eso es lo que queremos para nuestro presente y futuro?

“...Como resultado se generarían agua y dióxido de carbono pero no lixiviados (líquidos resultados de un proceso de percolación de un fluido a través de un sólido) que al llegar a los mantos freáticos contaminan las aguas…”, aclaró Maciel

SITUACIÓN ACTUAL UNICEL. Es alarmante el consumo de unicel en nuestro país y aún más que la sociedad siga consumiéndolos a pesar de que es un gran problema. Actualmente en México el consumo promedio de EPS (unicel) es de 148 mil toneladas anuales incluyendo envases, empaques y embalaje así como el destinado a la construcción (consumo aparente). Se estima que el consumo nacional de EPS es del 65 por ciento para el empaque y embalaje y 25 por ciento para la fabricación de productos desechables. Para el sector de la construcción son reutilizadas 15 mil toneladas de forma anual en México.

PRODUCCIÓN DE TAMARINDO. La UNAM publicó que en México se producen 39 mil toneladas de tamarindo anualmente; una tercera parte de este fruto son semillas las cuales son desechas , esto es aproximadamente 12 mil toneladas de semillas que se tiran porque no se les ha asignado un uso. En países como India se aprovechan estas semillas para alimentar el ganado.

Las semillas de tamarindo contienen mayoritariamente un polisacárido o polímero hecho de glucosa como los almidones, al que se le injertó químicamente acrilato de etilo, una sustancia que por sí sola es como un hule. “...Según el porcentaje de acrilato de etilo que injertemos al polisacárido de las semillas, el copolímero resultante presenta determinadas propiedades mecánicas: a mayor porcentaje es más suave y flexible; a menor porcentaje, más rígido y resiste más carga mecánica, pero al rebasar su resistencia mecánica se vuelve más frágil y se rompe....”, explicó Alfredo Maciel.

LA ESPUMA. Este espuma podría ser una gran solución y sus alcances y aplicaciones son variados para sustituir cualquier producto actual que esté elaborado de poliestireno expandido (unicel) como: de vasos y platos desechables, empaques para aparatos electrodomésticos, equipos científicos, paneles de anuncios, aislantes térmicos para construcción, cajas de pescado, entre otras. Es una solución que podría marcar el fin del desperdicio del unicel.

Los científicos ya tienen en sus manos la espuma biodegradable como producto caracterizado a nivel laboratorio, el siguiente paso es escalar la producción a nivel industrial; para alcanzar este objetivo, se encuentran diseñando un procedimiento óptimo como tema de tesis de licenciatura de Ramsés Gutiérrez, estudiante de la UNAM.

QUÉ SIGUE. Al día de hoy los científicos ya cuentan con una empresa interesada en sustituir el poliestireno de los paneles que fabrican con nuestra espuma biodegradable, cuyo uso en México no compite con los alimentos como en el caso de las espumas hechas con harina de trigo.

Anteriormente, Alfredo colaboró con las Maestras en Ciencias Alicia del Real y Daniel Wallander, en donde crearon un laminado no espumado al que se le puede dar la forma de productos desechables como vasos y platos para fiestas y se encuentran en solicitud de patente del proyecto.

Igual que la espuma biodegradable, una vez seco, este laminado espumado, moldeado a partir de un medio acuoso, ya no se disuelve en agua, ni con los disolventes comunes como acetona, tolueno, benceno o tíner.

“...Los vasos y platos hechos con este laminado pueden contener cualquier líquido y alimento, y desecharse sin ningún problema, porque los hongos y bacterias que están en el ambiente los degradarán...”, aseguró Maciel.

Si bien, como hemos dicho anteriormente, la solución definitiva sería dejar de usar desechables y cualquier otro tipo de producto de unicel, pero esta alternativa de biodegradación casi inmediata es efectiva al combate de los desperdicios.

 

Vía: Noticias MVS

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