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La demanda del marfil ha dejado sin dientes a los hipopótamos, amenazándolos con la extinción


El tráfico de marfil ha sido, y sigue siendo una de las prácticas más atroces contra los animales. El número de elefantes y rinocerontes han disminuido considerablemente al punto que ambas especies están catalogadas en peligro de extinción.

Esta situación ha alarmado a la sociedad naturalista desde hace años y se han impuesto barreras para tratar de disminuir la caza ilegal de estos animales, así como sentencias más agresivas contra el que incurra en estas prácticas; incluso países como China o Gran Bretaña están haciendo un cierre total al comercio de marfil, pero los abusos contra el elefante y rinoceronte continúan.

Estas dos especies gozan de cierta protección y cada día es más complicado el tráfico ilegal de marfil, aunque la insaciable demanda por el marfil ha hecho que los cazadores furtivos desvíen sus armas hacia los hipopótamos de quienes extraen sus dientes.

Parece ser que la estupidez humana no conoce límites y el deseo por un adorno de marfil o una joyería justifica la muerte de un animal; ya no es suficiente con matar a un elefante y rinoceronte, ahora la codicia ha alcanzado a animales que no se pensaría que caerían en manos de la caza furtiva de marfil como el hipopótamo. Un nuevo estudio afirma que el aumento en la demanda de los dientes de hipopótamos está amenazando a esta especie con la extinción.

El problema se ha incrementado en los últimos años, ya que para cazar a un elefante o rinoceronte se necesita mucho esfuerzo, sin mencionar que cada vez están mejor protegidos. Comúnmente los elefantes son rastreados con collares de radio o son el foco de investigación de conservación a largo plazo. Adicional, traficar un colmillo de elefante a nivel internacional es bastante llamativo.

En cambio, los hipopótamos son una alternativa más económica, y sencilla para extraer marfil, principalmente porque no se encuentran en la lista de animales en grave peligro de extinción de la Comunidad Internacional de Conservación. Los hipopótamos son más vulnerables, no vienen con una ‘comitiva humana protectora’ y no cuentan con una protección estricta a nivel nacional e internacional.

La convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) tiene una lista donde figura cada especie animal y el grado de peligro de extinción al que están expuestos, el elefante se encuentra en el nivel más alto (apéndice I), mientras que el hipopótamo en el apéndice II.

Es imposible saber si un diente de hipo proviene de una fuente ‘legal’ y se tienen pocas formas de regular el comercio, abriendo de par en par la puerta al abuso y explotación de estos mamíferos. Si bien las organizaciones y espacios de conservación están haciendo lo posible para detener esto, hasta que no exista un cambio real en la demanda del marfil, el hipopótamo se ha unido a las filas de animales que necesitan de nuestra protección desesperadamente.

 

Vía: The Guardian

Imagen: AWF

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