Investigadores de la Universidad Macquarie de Sydney buscan la forma de regenerar la Gran Barrera de Coral australiana y encontraron 34 especies de “corales extremos”, que estudiarán para entender cómo podrían salvar a los arrecifes enfermos.
Luego del blanqueamiento masivo de coral de 2016 y 2017, que acabó con la mitad de la gran barrera de arrecife de coral de Australia, científicos se han volcado a encontrar una solución para evitar el colapso de este importante ecosistema.
El blanqueamiento de los corales ocurre cuando estos pierden sus colores vibrantes y se quedan blancos. Los corales son brillantes y coloridos debido a unas algas microscópicas llamadas zooxantelas que viven dentro de los corales. Las algas y los corales viven en una relación simbiótica ayudándose mutuamente a sobrevivir. Sin embargo, cuando la temperatura del océano cambia -por ejemplo, si hace demasiado calor-, los corales se estresan y expulsan las algas. A medida que las algas se van, el coral se desvanece hasta que parece que ha sido blanqueado.
Si la temperatura permanece alta, el coral no permitirá que las algas regresen y el coral morirá.
"... Incluso los 'arrecifes robustos' podrían desaparecer en un futuro no muy lejano, a menos que realmente nos tomemos en serio en este momento la mitigación del calentamiento global...", explica el Dr. John Alroy, profesor de la Universidad Macquarie en Sydney.
Este problema inspiró a los investigadores de la Universidad a adoptar un enfoque poco convencional para estudiar la Gran Barrera de Coral frente al cambio climático.
En lugar de buscar más ‘refugios seguros ‘ de coral, estos científicos buscaron áreas que ya experimentaban condiciones más extremas que el arrecife promedio para ver si había corales lo suficientemente resistentes como para manejar la presión.
Los investigadores encontraron 34 especies de corales extremos que toleran condiciones climáticas más adversas, específicamente agua marina más cálida, ácida y con menor contenido de oxígeno.
Los investigadores se concentraron en dos lagunas de manglares que frecuentemente experimentan condiciones extremadamente cálidas, ácidas y carentes de oxígeno, una sentencia de muerte para el coral promedio.
De acuerdo con los científicos, las condiciones en estas lagunas son comparables con los pronósticos de temperaturas que tendrán los mares para el año 2100.
"...La presencia de corales en estos hábitats extremos de manglares desafía nuestra comprensión de las condiciones en que algunos corales son capaces de vivir...", explica la Dra. Emma Camp, autora principal de este estudio.
Los científicos se encuentran estudiando dichas especies para entender cómo podrían a partir de ellas salvar a los arrecifes enfermos.
"...Las lagunas extremas de manglar actúan como un laboratorio natural que nos permite estudiar los mecanismos que apoyan la resistencia de los corales a condiciones ambientales subóptimas, que se pronostica que se convertirán en la norma para los arrecifes de coral en el futuro...", continuó Camp.
El equipo de Camp observó específicamente dos métricas de salud de los corales: primero, qué tan rápido se calcificaron las especies de coral o crecieron sus esqueletos calcáreos, y segundo, cuánto los corales estaban convirtiendo energía usando la respiración versus la fotosíntesis, una indicación de cuán dependientes pueden ser los corales.
De hecho, estos corales estaban calcificando y convirtiendo energía de manera diferente a los corales que viven fuera del ambiente extremo de manglar. La tasa de calcificación de los corales de manglar fue un 20-30% menor, mientras que la respiración, es decir, la conversión de energía sin la ayuda de algas, se mejoró hasta en un 35%.
La investigación futura espera desglosar el significado y las capacidades de estos 'súper corales' recién descubiertos.
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Vía: Forbes Imagen: EMMA CAMP, MEPS