A un día del cambio de presidencia en Estados Unidos, Barack Obama, quien todavía funge como presidente de dicha nación, acaba de dar lo que comúnmente se conoce como “cachetada con guante blanco” a la próximo presidente Donald Trump.
Trump, quien amenazó en repetidas ocasiones deshacer los esfuerzos en materia de protección ambiental de la administración previa, acaba de recibir una noticia que seguramente no le agradará ni al futuro presidente ni al flamante gabinete que está sumido en la ignorancia medioambiental, ya que el presidente Obama acaba de anunciar la contribución de 500 millones de dólares para el ‘Fondo Verde para el Clima’ de las Naciones Unidas (Green Climate Fund, GCF).
Esta contribución viene a sumar $1 billón de dólares por parte de Estados Unidos para el fondo, el cual fue creado como un mecanismo para asistir a los países en desarrollo y que puedan crear prácticas de adaptación y mitigación para contrarrestar los efecto del cambio climático.
Igualmente el fondo ayuda a los países pobres a reducir las emisiones de carbono promoviendo energías limpias y renovables, estimulando la inversión privada en dicho campo. Se pretende que sea la pieza central de los esfuerzos para aumentar las finanzas climáticas de $ 100 mil millones al año para 2020.
Aunque el próximo presidente de esta nación ha declarado que el calentamiento global ni existe y amenazó en su campaña electoral que declinará y anulará el Acuerdo de París, el presidente Obama prometió en el 2014 que los Estados Unidos contribuirían con $3 billones de dólares para ayudar a realizar planes para los países más pobres, mismos que se han hecho realidad. Son dos versiones de presidentes completamente distintas.
Si bien esta ayuda podría frenarse con la llegada de la nueva administración, John Kirby, quien es el vocero del Departamento de Estado, dijo que no había ningún intento o deseo nefasto detrás de la fecha en la que se realizó la contribución. “...No se está haciendo para tratar de provocar una reacción de la administración entrante o para tratar de dictarles de una manera u otra cómo tratar los asuntos climáticos...", dijo Kirby.
“...Esta administración se ha comprometido con este fondo, de hecho ayudó a levantarlo. Esta acción va en línea con el trabajo que hemos realizado para buscar formas de detener los efectos del cambio climático y este fondo ayudará a otras economías y países para que desarrollen sus propias iniciativas y puedan lidiar con los problemas medioambientales que se presenten…”, declaró Kirby
Por el lado opositor o republicano, se han dicho muchas cosas acerca de este fondo, principalmente porque el nuevo líder de la nación americana está contra de éste y han catalogado al fondo como un ‘desperdicio de dinero’.
Pensemos en los países más pobres de nuestro planeta y las complicaciones que tienen para conseguir alimento y agua, ahora pensamos cómo estos países van afrontar los problemas que traiga consigo el calentamiento global. Adicional ellos son víctimas del desastre que han hecho durante décadas otros países como Estados Unidos.
Sorpresivamente el próximo Secretario de Estado el antiguo CEO de ExxonMobil, una de las compañías de energía que se ha caracterizado por explotar cualquier sitio del mundo para extraer petróleo, anunció que quiere “un sitio en la mesa” en los asuntos mundiales del calentamiento global. “...Ningún país podrá resolver lo que viene por cuenta propia, el riesgo del cambio climático existe y las consecuencias serán tan serias que es necesario planear acciones de emergencia…”, declaró Rex Tillerson al senado estadounidense.
Esperemos que estas palabras se conviertan en acciones y no se queden en promesas, aunque somos escépticos a cualquier compromiso o promesa en materia medioambiental que haga Tillerson, Trump o casi cualquier persona que integre el próximo gabinete presidencial.