Pemex vuelve a hacer historia… con otro derrame de 300 barriles en Tabasco
- Planeta B
- 12 may
- 2 Min. de lectura

Porque si algo sabe hacer Pemex, además de refinerías a medias, es seguir derramando petróleo en el mar.
Esta vez fueron “solo” 300 barriles, pero el daño ambiental y social está lejos de ser menor. El escenario se repite: viejos ductos, reacciones tardías, impactos graves y promesas vagas de atención.
La propia Presidenta Claudia Sheinbaum confirmó este que el derrame ocurrió en un ducto de los años 70, entre una plataforma y la Terminal Marítima de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, junto a la aún inacabada refinería Olmeca.
Según dijo, la fuga ya se atiende y “se ha visto a los pescadores del lugar”. También afirmó que se colocaron abrazaderas metálicas en al menos dos puntos del ducto para contener la filtración.
“Calculan que fueron alrededor de 300 barriles y están en el proceso de limpieza. Se está atendiendo”, señaló la mandataria, sin detallar si habrá responsabilidad para la empresa productiva del Estado.
Mientras tanto, el impacto ya es tangible: cierre de cinco playas, mortandad de peces, daños a cultivos de ostras, pelícanos contaminados y manglares alcanzados por la marea negra. Todo esto en una zona económicamente dependiente de la pesca y el turismo local.
Según Pemex, el derrame fue reportado prontamente aunque su comunicado llegó recientemente. Una vez más, la opacidad y la lentitud marcan la gestión de crisis de la empresa estatal.
¿Qué implica verter 300 barriles de crudo al mar?
Aunque pueda sonar menor frente a catástrofes como el Deepwater Horizon (con 4.9 millones de barriles), un derrame de 300 barriles (casi 48 mil litros) tiene consecuencias serias y duraderas:
🔴 Impacto ambiental
Capa superficial de petróleo: bloquea la luz solar, afecta la fotosíntesis y el ciclo del fitoplancton, base de la cadena alimenticia marina.
Asfixia de ecosistemas: corales, manglares, pastos marinos y arrecifes sufren daños irreparables.
Fauna intoxicada: peces, aves, tortugas y mamíferos marinos se ven afectados por contacto o ingestión del crudo.
Contaminación persistente: compuestos del petróleo pueden permanecer en el ambiente durante años.
🔴 Impacto económico y social
Pesca artesanal paralizada: ingreso de cientos de familias en riesgo.
Turismo afectado: playas cerradas, imagen negativa para el estado.
Altos costos de limpieza: que, como siempre, terminan siendo absorbidos por el erario o mal ejecutados.
¿Qué pensamos en #PlanetaB?
Este nuevo derrame es más que un accidente. Es un síntoma crónico de la falta de mantenimiento, supervisión y voluntad para exigir cuentas.
Pemex opera infraestructura vetusta, con una cultura de opacidad y un récord ambiental penoso. Y el gobierno, en lugar de aplicar sanciones o transparentar lo que ocurre, responde con declaraciones tibias y abrazaderas de emergencia.
La tragedia no es solo ecológica: es institucional. En Dos Bocas, el discurso oficial sigue derramando optimismo… pero el mar sigue recibiendo petróleo.
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